P6. Santuario de la memoria
Este proyecto instalativo reflexiona sobre el espacio íntimo desde la perspectiva de los recuerdos y la memoria, comprendiendo el espacio mental como un espacio personal y, la identificación con los objetos, como una prolongación de la identidad.
Las experiencias vividas en la infancia son de gran importancia, pues darán forma a nuestra personalidad y, los recuerdos adquieren un gran valor simbólico y sentimental. Este simbolismo los transforma en reliquias y amuletos, al tener un valor que va más allá de su utilidad. De esta forma, la memoria, entendida como almacén de los recuerdos, puede comprenderse como un santuario que alberga las reliquias de nuestras vivencias.
Puesto que nuestra manera de experimentar la vida es personal y única, el espacio mental que acoge todas estas vivencias es igualmente singular, habiendo tantas variantes como personas habitan el mundo. De este modo, el espacio mental es un reflejo de nuestra personalidad, o más bien, el origen de ella, recalcando la individualidad y particularidad de una experiencia personal.
Otro de los aspectos de los recuerdos y las experiencias vividas es que no se elige cuáles se conservan y cuáles se olvidan, creando en nuestra mente una dispar amalgama de sensaciones. Recuerdos desagradables y memorias alegres y cálidas conviven en un mismo espacio, lo que resalta la profundidad y complejidad de este espacio íntimo. Esta mezcla es aquello que conforma nuestra identidad y crea un espacio con una gran carga personal y emotiva, lo que le atribuye esa cualidad mística y espiritual.
Por otra parte, estos recuerdos almacenados en la mente crean un espacio repleto de elementos significativos pero que ignora aquellos aspectos superfluos de nuestras experiencias. De este modo, se podría decir que se crea una “abundancia ascética”, es decir, una gran cantidad de lo imprescindible, pues es un espacio repleto de elementos pero que, al eliminar la superficialidad, contiene sólo aquello con una significación espiritual y emotiva.
Objetivos
1. Objetivo general
El objetivo principal del proyecto es realizar una instalación que refleje el valor simbólico de la memoria y la intimidad inherente a ella, equiparando la memoria a un santuario que conserva las reliquias resultantes de las experiencias vividas.
2. Objetivos específicos
Investigar las cualidades tanto táctiles como sensibles de los materiales, atendiendo a sus posibilidades formales.
Investigar las posibilidades instalativas, dado el breve tiempo de montaje.
Encontrar los objetos idóneos para crear una estética intimista pero que recalce al mismo tiempo la importancia del concepto de almacenaje, teniendo en cuenta el contexto y procedencia de los materiales.
Análisis
Contexto y referentes
1. Julio Cortázar
Como principal referente de este proyecto podemos establecer la obra “Historias de cronopios y famas”, escrita por Julio Cortázar, concretamente el fragmento titulado “Conservación de los recuerdos” en la que el autor describe cómo estos seres almacenan sus recuerdos de distintas formas acordes a su personalidad. Este texto es una clara influencia en el proyecto, ya que tratan la misma temática desde perspectivas muy similares. Ambas comprenden como la conservación de los recuerdos está ligada a la identidad de una persona en concreto, y la forma de ordenarlos, clasificarlos y etiquetarlos o el no hacerlo es un reflejo de ese espacio mental e íntimo que fundamenta la personalidad de cada uno.
2. Tracey Emin
Por otra parte, la artista Tracey Emin también es un referente de gran relevancia en esta obra, en concreto la obra “Everyone I have ever slept with”, en la que la artista cose en las paredes de una tienda de campaña los nombres de las 102 personas con las que ha dormido en su vida, como parejas, familiares e incluso dos fetos nonatos.
Everyone I have ever slept with, 1995
Las dos principales características de esta obra que han influenciado este proyecto son, en primer lugar, el uso de una tienda de campaña, comprendida como una delimitación entre lo público y lo privado al crear una frontera física entre el interior y el exterior con la tela. En segundo lugar, el bordado de los nombres en la paredes, pues es el elemento clave de la obra. Al ser bordado, implica que la autora ha cosido los nombres uno a uno, aportando una gran carga emocional a la obra, creando un espacio íntimo y autobiográfico.
3. Kengo Kuma
Respecto a la fisicidad de los materiales que forman la obra, Kengo Kuma es un referente esencial. En sus obras emplea materiales ligeros con los que intenta alcanzar un estado de inmaterialidad. De este modo, las transparencias y la luz tienen un papel protagonista que conecta la obra con el entorno a su alrededor, como explica en esta cita: "Se podría decir que mi objetivo es recuperar el lugar. El lugar es un resultado de la naturaleza y del tiempo. Este es el aspecto más importante."Es la sutileza con la que el autor emplea los materiales, que han sido cuidadosamente seleccionados, y el ambiente resultante ligero y misterioso, lo que se adecúa a las premisas de mi obra, resaltando el aspecto santuario de mi obra.
Fuan Teahouse, 2010
4. Lucile Littot
Por otra parte, la artista Lucile Littot influye concretamente en los objetos que se encuentran en el interior de mi instalación, es decir, las reliquias que simbolizan los recuerdos.
En sus instalaciones, esta artista hace una alusión directa a los santuarios y la memoria a través de elementos como velas y telas escritas. Además, posee una estética infantil para hablar de la niñez. Todos estos temas coinciden con mi proyecto y su forma de exhibirlos me sirve como referencia, pues los presenta como amuletos con una gran carga emocional.
Descripción de la obra
Respecto a la presentación de la obra, la instalación consta de un solo espacio que representa el espacio mental, es decir, el santuario que alberga las reliquias de la memoria, y se sitúa al final de la sala, que tiene una distribución alargada.
Respecto al suelo y paredes del santuario, los materiales empleados son edredones y tul de color lila, respectivamente. En cuanto al tul, es un material elegido por su ligereza y transparencia, lo que permite crear una atmósfera delicada y evocadora que transporta al espectador a un espacio irreal con claras referencias a la niñez, dado que el tul es un material comúnmente empleado en disfraces infantiles. En relación con el edredón, este se encuentra en el suelo de la instalación marcando el perímetro del santuario y, la superposición de tres edredones de verano, crea un ambiente cómodo en el que el espectador se sienta seguro. Además, este componente se asocia con la cama, un lugar íntimo y privado con el que todos los espectadores pueden sentirse identificados.
Por otra parte, respecto a las piezas que se encuentran dentro de la instalación, el principal protagonista es un conjunto de cajas, cada una de ellas con una estética individual, representando metafóricamente distintos momentos almacenados en la memoria. Este objeto se relaciona directamente con un almacén, por lo que es clave para ayudar al espectador a interpretar el espacio en el que se encuentra. Asimismo, algunas cajas están abiertas y otras cerradas, acentuando la disidencia entre los recuerdos. Otro detalle que cabe recalcar es el contenido de las cajas, adornadas con luces tenues o telas de distintas cualidades, representando las sensaciones que dichos recuerdos nos evocan.
Seguidamente, en el tul que delimita la obra se encuentran palabras bordadas, dibujos simples e incluso algunos bordados arrancados. Esto refuerza la idea de memoria y la variedad de emociones que nos suscita.
Finalmente, la iluminación es tenue, manteniendo toda la sala a oscuras y encontrando el único punto de iluminación en el interior de la propia instalación. La iluminación es cenital y procede de una guirnalda situada sobre el perímetro de la instalación, como se puede observar en el apartado de producción gráfica.
Para lograr el efecto deseado con el montaje de las paredes de tul y guirnaldas de luces, ambas son sujetas por hilo de pescar transparente tensado. Esto las mantiene erguidas e independientes de las paredes reales de la sala.
Costes de material:
Tul (19 metros) 35€
Cajas (recicladas) -
Hilo de bordar 12€
Edredón de verano (3 unidades) 9€
Guirnalda 8€
Colgadores 4€
Hilo de pescar 5€
Total 73€
En este presupuesto no está incluido el precio final de la instalación, solo el precio de los materiales empleados.
Análisis del espacio
El espacio en el que se presenta la obra es la project room A-3-8 de la UPV. Esta sala es un espacio alargado de paredes blancas y suelo gris. Esta distribución permite comprender el espacio como un pasillo, por el que el espectador camina hasta llegar al final, donde se sitúa la obra.
Además, al estar la iluminación localizada en un punto concreto se acentúa la importancia del elemento iluminado, reforzando la idea de santuario, pues la luz tiene un gran poder simbólico que va más allá de su funcionalidad.
Por otra parte, una cualidad clave de esta instalación es la creación de un pequeño espacio dentro de un a sala ya existente,es decir, la creación de un espacio dentro de un espacio. Esto enfatiza el concepto de espacio íntimo, pues crea un lugar más pequeño en lo más profundo de una habitación, realzando las connotaciones intimistas de la obra.
Bocetos y pruebas
Boceto previo: Planos de la project room intervenida:
Pruebas de montaje del tul y de una caja:
4. Propuesta final
Valoración de la propuesta
Respecto al grado de resolución de los objetivos especificados en esta memoria, considero que he alcanzado todos ellos. En primer lugar, he creado un espacio íntimo dentro de la sala de exposición que mantiene, al mismo tiempo, relación con la memoria y la infancia y con el concepto de almacén, reflejando en consecuencia el valor simbólico de los recuerdos y su almacenamiento en la mente. Esto ha sido posible gracias a la unión de materiales procedentes de distintos contextos, como son cajas de cartón, tul lila e incluso guirnaldas. Todos ellos y sus dispares connotaciones convergen en un espacio íntimo que invita a la introspección.
En cuanto a la adecuación del concepto con el lugar de exposición, estimo que al ser un espacio bastante neutro podía adaptarse fácilmente a varios tipos de propuesta, por lo que no interfirió a nivel conceptual, dejando a un lado las dificultades técnicas dada la ausencia de techo técnico en la sala, así como la limpieza previa y desalojo del mobiliario existente.
En relación a la ausencia de techo técnico, fue una complicación añadida dado que, al no disponer del mismo, tuve que construir mi propia estructura imprescindible para la obra. Esto fue una problemática más con la que tuve que lidiar, ya que en torno a ella giraba la posibilidad de llevar a cabo mi instalación exitosamente. Además, tuvo una repercusión directa sobre el presupuesto y el ajustado tiempo de producción, montaje y exposición, puesto que debía poder montarse y desmontarse fácilmente al ser una exhibición de corta duración. Esta ha sido una de las diferentes dificultades a las que me he enfrentado al realizar este proyecto.
La práctica de este ámbito artístico era completamente desconocida para mí; nunca había tenido la oportunidad de poder llevar a cabo una instalación en estas condiciones. Por ello, todos los problemas que he ido solventando me han servido para aprender y conocer las complejidades que abarca un trabajo instalativo, que desde mi inexperiencia ha sido muy pedagógico.
Durante este proceso he recopilado distintos recursos personales que me han permitido avanzar en la producción, como el conocer la técnica de bordado a través de la experiencia familiar, o la importancia de tejidos como el tul que me transporta a mi infancia, y el edredón que representa la introspección del yo.
Es por ellos que los materiales tienen una gran importancia por su valor emocional a la vez que por su nulo impacto medioambiental, ya que todos los materiales son reciclados y de origen personal. Estos materiales fueron todos intervenidos como por ejemplo las cajas y en especial el tul, que fue bordado a mano personalmente. A pesar de que los materiales principales se adecúan perfectamente a la propuesta considero que la iluminación fue una debilidad. Al ser demasiado tenue no consiguió resaltar los textos bordados que eran el elemento más potente de la instalación y debía haber tenido todo el protagonismo.
Teniendo en cuenta las horas dedicadas al trabajo manual, técnico y conceptual estimo que el precio de la obra son 1.500 €.
Finalmente, con la realización de este proyecto he podido descubrir nuevas estrategias procesuales y su conciliación con mis experiencias previas que podré emplear en futuras instalaciones.
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